25. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
26. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.
«Dios es bueno con los que le esperan» «Cuán grande es tu bondad, que has dispuesto para los que te temen.» «Salmos 34:8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.» Esperar en El Señor es lo más maravilloso que un cristiano debe vivir, porque Él es bueno, aunque sus hijos lo ignoren con frecuencia, porque no esperan en quietud para que Él se lo revele. Pero, a aquellos que perseveran esperando, tendrán la seguridad de que Dios presta atención. Los que verdaderamente esperan dicen: «El Señor es bueno para los que en él esperan». Fuera grandioso si pudiéramos conocer toda la bondad de Dios.
Desde el momento que empezamos a esperar en Dios, comenzamos a esperar en las bendiciones de Dios, comenzamos a entender que Dios usa nuestra necesidad nuestros deseos y nos va enseñando y prepara para nosotros cosas hermosas que las que estamos pensando. El, desea satisfacer nuestra alma con su bondad. Sin que nos demos cuenta Dios está entrenándonos, si usted no aprende a esperar en dios el tiempo de espera se nos hace largo. Pero si comenzamos a aprender a esperar en El, nuestro entrenamiento dará fruto y tenga la seguridad de que si hoy usted supera sus problemas esperando en Dios, más adelante usted se reirá de los problemas que vendrán porque toda su confianza esta puesta en Dios. Y usted podrá decir «¡Qué bueno es Dios!» sino que antes de que llegue, e incluso si nunca llega, digamos: Es bueno que un hombre espere en silencio: «El Señor es bueno para los que en él esperan».
Cuando vivimos en una adoración continua de fe y confianza en su bondad nos dará plena confianza en esperar, este ejercicio de espera nos va afirmando a creer en la bondad de Dios, El esperar se vuelve el hábito y la disposición, da un valor más elevado y un nuevo poder a nuestra oración y adoración, a nuestra fe y entrega, a causa de que nos enlaza, en dependencia inalterable con el mismo Dios. Y nos da la satisfacción de su bondad: «El Señor es bueno para los que en él esperan».